Este trabajo se pretende establecer una relación temporal entre el acceso de la mujer al mundo de la ciencia y el pensamiento y su incorporación en el
This piece of research aims to establish a temporal relationship between women’s access to the world of science and thought and their incorporation into the DLE, in order to determine the reaction of the Academy to this social change. For that purpose, professions related to the field of teaching plus five branches of knowledge are analyzed, and it will be shown in which fields changes are in advance or delay.
La incorporación de la mujer al mercado laboral ha sido un camino largo, progresivo y no exento de dificultades. Pero posiblemente la presencia y el asentamiento de la mujer en el mundo intelectual haya sido incluso más complicado. Por el Real Decreto del 8 de marzo de 1910, la educación superior se abre a personas de ambos sexos, permitiendo así el acceso de las mujeres no solo a la educación/ formación, sino al desempeño de puestos cualificados. Hasta ese momento, la presencia de la mujer en la universidad española había sido escasa: Luisa de Medrano, Francisca de Nebrija o Beatriz Galindo son excepciones a finales del siglo XV y principios del siglo XVI, como lo siguen siendo Concepción Arenal, María Helena Maseras o Matilde Padrós en el siglo XIX. Aun en la actualidad, tampoco se puede considerar homogénea la presencia de mujeres en los distintos campos del saber.
Esta incorporación de la mujer al mercado laboral ha sido la causa de gran cantidad de estudios desde múltiples puntos de vista, al igual que la incorporación de la mujer a profesiones cualificadas. Por ejemplo, en relación con esta última, son muy destacables los estudios de Consuelo Flecha García (
No obstante, lo que no se ha tratado es la correlación temporal entre la aparición de las mujeres en profesiones cualificadas y su reflejo en el Diccionario de la lengua española
Nos parece oportuno tomar el DLE, además de por su carácter normativo, por su tradición a lo largo de tres siglos, con 23 ediciones publicadas desde 1780 hasta 2014, más el Diccionario de Autoridades (1726-1739)
No será objeto de estudio el androcentrismo o sexismo lingüístico, del que ya se han ocupado especialistas en la materia
Para seleccionar la muestra de estudio, primero, se requería que fueran profesiones en las que todas las personas obtuvieran esa cualificación mediante un título de enseñanza superior. El punto de partida son profesiones cualificadas que se encuentran en la última edición del DLE y, a partir de ahí, se realiza una búsqueda regresiva en el NTLLE
Como se ha mencionado anteriormente, a partir de promulgar el Real Decreto del 8 de marzo de 1910, la mujer tiene acceso a la enseñanza superior y, por ende, el acceso a profesiones cualificadas. Durante ese mismo curso, el 0,17% del alumnado universitario son mujeres. A partir de la segunda década del siglo XX
Por lo tanto, si las carreras superiores por término medio duraban cuatro, cinco e incluso seis años, sería a partir de finales de los años 70 cuando realmente se incorporan -en general- la mujer a puestos cualificados. Que abarquen esta época hay dos ediciones del DLE: 1970 y 1984. De ellas dos, será la edición de 1984, preparada durante varios años antes, la que debería marcar principalmente esta incorporación de la mujer. A partir de aquí, se establecerá la correlación temporal entre su presencia en el mercado laboral y su inclusión en el DLE.
Para presentar los datos, se ha comenzado con las profesiones relacionadas con el campo de la docencia y, a partir de ahí, se han dividido según las ramas de conocimiento recogidas en el RD 1393/2007: artes y humanidades, ciencias, ciencias de la salud, ciencias sociales y jurídicas e ingeniería y arquitectura
Teniendo en cuenta estas premisas, pasemos ya a ver cómo ha sido la evolución en cada uno de los campos.
Nos ha parecido oportuno comenzar con académico, -a. En el Diccionario de Autoridades se incluye la voz académico como un sustantivo masculino con significado: “El que es del número de la Academia, y está admitido por el director, o Presidente y la Junta, y reputado por uno de los individuos que la componen”. En la edición de 1780, este significado cambia a: “Usado como sustantivo. El individuo de alguna Academia”, sin hacer referencia al género; la referencia al masculino y al femenino aparece ya en 1803. Aun así, hubo que esperar hasta 1979, año en el que Carmen Conde es la primera mujer que se convierte en académica de número. En la actualidad, el número de mujeres va aumentando, con académicas como Carmen Iglesias, Soledad Puértolas, Aurora Egido o Inés Fernández Ordóñez, entre otras
Para obtener el título universitario, es necesario conseguir la licenciatura o el grado. En este sentido, la marca morfológica que incluye el femenino en el caso de licenciado, -a se incluye en el DLE en 1925, años en los que la presencia de mujeres matriculadas en la Universidad española oscilaba entre el 3,5 y el 4,6% (
No obstante, el mayor grado académico en cuanto a estudios es el de doctor, -a y, en relación con este, desde el punto de vista histórico, entre 1882 y 1896 hubo cinco mujeres en España que consiguieron el título de doctoras (
Para desempeñar cualquier profesión, el primer paso es la formación, y las mujeres han sido una parte fundamental como formadoras. En este sentido, la voz maestra se encuentra desde el Diccionario de Autoridades, pero como una entrada aparte de maestro
Aunque las mujeres han estado presentes en la enseñanza desde antiguo, su presencia en la docencia del mundo universitario ha sido más tardía (
En el caso del profesorado universitario
Aun así, la presencia de la mujer no es homogénea en todas las instancias. Si se parte del grado máximo, catedrático, la primera mujer que consiguió una cátedra en España por oposición
La estancia de mayor rango dentro de la gestión universitaria es el rectorado y, en concreto, el cargo de rector, -a. Elisa Pérez Vega fue la primera mujer en acceder al cargo de rectora de una universidad española (en concreto de la UNED) en 1982; en el curso 2001-2002, el porcentaje de rectoras frente a rectores era del 5,79%, mientras que en el curso 2010-11, la cifra se incrementó hasta el 13,5%
En resumen, la incorporación de la mujer en el DLE al campo de la docencia queda según la siguiente tabla:
Profesión
Ed. Incorporación femenino
Profesora
1832
Doctora
1843
Catedrática
1925
Licenciada
1925
Maestra
1984
Rectora
2001
De las 6 profesiones estudiadas en este apartado, en 4 se había incluido la mujer antes de la edición de 1984: profesora (1832), doctora (1843), catedrática (1925) y licenciada (1925). Destaca que en las fechas en las que se incluyen los femeninos, no había ni profesoras ni doctoras en el mundo universitario, de la misma manera que tampoco había catedráticas y, en el caso de las licenciadas, en 1925 la cifra oscilaba entre el 3,5 y el 4,6%. En lo que se refiere a maestra, más que el nombre de la profesión, lo que se tarda en incluir es el significado acorde con el desempeño. Por último, en cuanto a rectora, el porcentaje en la edición que se incluyó era solo del 5,79%. En este campo en concreto, la Academia se ha adelantado a la sociedad.
Siguiendo con el mundo de la educación, las titulaciones universitarias relacionadas con Magisterio (Infantil y Primaria) son las que tienen la mayor presencia femenina, con el 75,5% de mujeres, según los datos del INE para el curso 2016-2017, pero ya entre 1982 y 1990 eran el 71% (Vicente de Foronda, 2013). En este sentido y, en concreto, con la pedagogía, María de Maeztu (1882-1948) está considerada una de las grandes pioneras en este campo en España
Como en las otras ramas de conocimiento, la especialización ha sido una de las características principales en los últimos tiempos y, como consecuencia, las titulaciones se han multiplicado: se ha pasado -en este caso concreto- de la existencia hasta prácticamente mediados del siglo XX de unos estudios únicos en Filosofía y Letras, divididos en varias secciones, a la situación actual con gran variedad de grados. Este hecho repercute en la dificultad de encontrar mujeres pioneras universitarias hasta mediados del siglo XX en una disciplina concreta (filología…), ya que los campos de especialidad no estaban tan delimitados como en la actualidad. Las primeras mujeres licenciadas en Filosofía y Letras fueron Matilde Padrós y Ángela Caraffa de Nava, que comenzaron sus estudios en 1887 (
No obstante, se dividirá el estudio entre Teología, Filosofía, Geografía e Historia, Filología y Bibliotecas.
En la universidad medieval, los estudios de mayor rango eran los de Teología; sin embargo, la presencia femenina en estos estudios es relativamente reciente: se puede hablar de la teresiana Felisa Elizondo Aragón
Hasta no hace mucho, los estudios humanísticos se concentraban en la carrera de Filosofía y Letras, por lo que aunque hubo mujeres que estudiaron esta carrera, no se dedicaron posteriormente a la filosofía. Pero la que sí destaca como pionera en este campo en España es María Zambrano (1904-1991)
En relación con la filosofía, está la Antropología, donde hay mujeres pioneras como María Cátedra Tomás, Teresa del Valle, Carmen Diez Mintegui…, cuyas carreras comenzaron en los años 70 del siglo XX. Por su parte, la inclusión del desdoblamiento de género también se produce en el DLE en 1984.
Los estudios de Geografía e Historia han tenido una presencia de mujeres significativa: entre 1982 y 1990 el 61,1% de las personas licenciadas eran mujeres (
Entre las pioneras en el campo de la historia, a pesar de no tener titulación oficial, se encuentra Mercedes Gaibroisy Riaño (1891-1960), cuya labor de investigación se desarrolla a principios del siglo XX, poco antes de que María del Pilar Corrales Gallego, Matilde Moliner Ruiz, Amada López de Meneses y María Luisa González Rodríguez en los años 20 se licenciaran en Historia (
Dentro de los estudios en geografía destaca Rosario Miralbés Herrera como la primera mujer catedrática de Geografía en España en 1967 por la Universidad de Santiago de Compostela (
Por otro lado, Encarnación Cabré Herreros (1911-2005)
Aunque no se refiera exclusivamente a arqueología, en el caso de egiptólogo, -a Carmen Pérez Díe desde 1984 está al cargo de la dirección de la Misión Arqueológica Española en Ensaya el Medina, pero ya estaba en el DLE de 1925 el desdoblamiento genérico.
Otra de las secciones dentro de la antigua Filosofía y Letras era filología, con todas sus especialidades y
La lingüística del s. XIX viene determinada por los estudios histórico-comparados, en los que era fundamental la etimología, y la voz referida a su ejercicio, etimologista, a pesar de tener un sufijo cuyo resultado son sustantivos o adjetivos comunes en cuanto al género, se incluye en el Diccionario en 1803 como masculino; no es hasta la edición de 1884 cuando ya aparece la marca morfológica de común en cuanto al género.
Como se había mencionado anteriormente, la propia filología hoy día tiene muchas especialidades, e incluso subespecialidades. Una de las subespecialidades es fonólogo, -a. Cabe destacar aquí a María Josefa Canellada (1912-1995), que colaboró con Tomás Navarro Tomás en el Laboratorio de Fonética del Centro de Estudios Históricos entre 1933 y 1939. Hizo su tesis sobre el bable, compaginando estudios en fonología y dialectología
Otra de las especialidades es la lexicografía. Si se piensa en pioneras españolas que hayan realizado un diccionario, seguramente se piense en María Moliner (1900-1981) con su Diccionario de uso del español, publicado en 1966; sin embargo, es menos conocido que 67 años antes (en 1899) Luisa Lacal de Bracho publicó un Diccionario de la música, técnico histórico, bio-bibliográfico (
Una de las profesiones que más tradición histórica tiene es la de bibliotecario y, como tal, ya se encuentra registrada en la primera edición del DLE en 1780, pero no es hasta la edición de 1914 cuando se incluye el desdoblamiento, justo un año después de que Angelita García Rives aprobara el ingreso en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos (
En cuanto a la rama de artes y humanidades, se puede encontrar el resumen en la siguiente tabla:
Profesión
Ed. Incorporación femenino
Académica
1803
Historiadora
1803
Etimologista
1884
Bibliotecaria
1914
Teóloga
1925
Egiptóloga
1925
Fonóloga
1970
Filóloga
1970 suplemento
Filósofa
1984
Antropóloga
1984
Geógrafa
1984
Arqueóloga
1984
Dialectóloga
1984
Lexicógrafa
1984
Lexicóloga
1984
Romanista
2014
Si en los años 50 el 69,9% del alumnado ya eran mujeres, se puede considerar la edición de 1970
Las profesiones que aparecen en la edición de 1970 o anteriores son, por orden de inclusión del femenino: historiadora (1803), etimologista (1884), bibliotecaria (1914), egiptóloga (1925), teóloga (1925), filóloga (Supl. 1970) y fonóloga (1970). Por orden de aparición, las dos profesiones del siglo XIX estarían documentadas con anterioridad a la llegada de mujeres dedicadas a la historia o a la etimología. En el caso de bibliotecaria, se produce un año después de que la primera mujer aprobara una oposición, por lo que también se habría ido con adelanto, como en el caso de egiptóloga. La aparición de mujeres teólogas en España comienza tímidamente a finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo XX, por lo que la presencia en el DLE también es anterior a su presencia social. Por su parte, tanto filóloga como fonóloga estarían justo cuando empiezan a surgir mujeres en este campo.
Cuando se incorporaron las profesiones al DLE en 1984 (filósofa, antropóloga, geógrafa, arqueóloga, dialectóloga, lexicógrafa, lexicóloga), ya se habría generalizado la incorporación de mujeres en el mercado laboral. Llama también la atención que, en el caso de fonetista, entra en la edición de 1936 como común en cuanto al género, mientras que fonóloga aparece en la edición de 1984, al igual que lexicógrafa, pero diccionarista se incluyó en 1925, donde se citaba como sinónimo del anterior.
Los estudios de ciencias también se han especializado lo largo del tiempo y, especialmente en el siglo XX; han ido unidas físicas y matemáticas, por un lado, y las ciencias naturales, por otro (
Para este trabajo, se dividirá entre Matemáticas, Física, Química y Biología y, finalmente, Geología.
En matemáticas, aunque no tuvo estudios universitarios, es de destacar la labor de María Andresa Casamayor de la Coma (1720-1780)
Por su parte, estadista adquiere la marca de común en cuanto al género en el DLE de 1992.
Como pioneras (Magallón Pórtoles, 2004: 126) destacan Martina Casiano Mayor, Carmen Pradel o Felisa Martín Bravo (1898-1979), esta última licenciada en Físicas en 1922 por la Universidad Central y dedicada a la meteorología
Por otro lado, Antonia Ferrín Moreira (1914-2009) está considerada la primera astrónoma española (
Se considera a Isabel Ovín (1887-1972) la primera mujer licenciada en Química en España en el año 1917. Además de esta, hay otros nombres como Jenara Vicenta Arnal Yarza (1902-1960), primera doctora en Química en 1930; Dorotea Barnés González (1904-2003) o Martina Casiano y Mayor (1881-?), primera mujer de la Sociedad Española de Física y Química, además de la primera que recibió una pensión de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) (
En biología, además de nombres como Grabriella Morreale (1930-2017), si hay una pionera destacada en España es Margarita Salas (1938-2019), licenciada en Químicas en 1960 y doctora por la Universidad Complutense en 1963, es un referente de la bioquímica y de la biología molecular. Entre los muchos premios y reconocimientos, también destaca que fue miembro de número de la RAE desde 2003. En este caso, como en muchos de los anteriores, la marca referida al femenino para la voz biólogo, -a se incorporó al DLE en 1984
Hay nombres propios en geología como el de Josefa Pérez Mateos (1904-1994), investigadora en el CSIC. Otra pionera, Carmina Virgili i Rondón (1927-2014), fue doctora en Ciencias Naturales por la Universidad de Barcelona en 1949 y, cuando la Licenciatura de CC. Naturales se dividió entre biología y geología, ella optó por la geología
Sobre paleontología, Asunción Linares (1921-2005) impartió clases en la Universidad de Granada desde 1947, de donde fue catedrática desde 1961, y considerada la segunda mujer catedrática de España
En relación con la entomología, Clotilde Catalán de Ocón (1863-1946) es una pionera en España por su dedicación a los lepidópteros
En resumen, en el área de ciencias, las incorporaciones se establecen de la siguiente manera:
Profesión
Ed. Incorporación femenino
Naturalista
1884
Física
1970 suplemento
Meteoróloga
1970 suplemento
Epidemióloga
1984
Matemática
1984
Astrónoma
1984
Química
1984
Bióloga
1984
Geóloga
1984
Paleontóloga
1984
Entomóloga
1984
Zoóloga
1984
Estadista
1992
De las 13 profesiones que se han estudiado, solo una, naturalista, se registra como común en cuanto al género desde la edición de 1884, las otras 11, se registran en 1984 (epidemióloga, matemática, astrónoma, química, bióloga, geóloga, entomóloga, y zoóloga), salvo física y meteoróloga que ya aparecen en el Suplemento de 1970 y estadista en 1992. Si se tiene en cuenta que en el curso 1969-1970 las mujeres eran el 28,3% del alumnado, y que no hay grandes incrementos a lo largo del tiempo, se puede afirmar hay simultaneidad con su entrada en el DEL.
Los estudios referidos a ciencias de la salud han sido muy demandados tradicionalmente por mujeres, especialmente en la carrera de Farmacia: las mujeres tienen una presencia mayoritaria en las facultades de Farmacia a partir de la década de los 60 del siglo XX; pasan de ser el 33,5% del alumnado en el curso 1940-41 al 58% en el de 1969-70 (
Las especialidades de todas las disciplinas también se han desarrollado mucho a partir principalmente de la segunda mitad del siglo XX, y las ciencias de la salud no son una excepción. Para este estudio, se realiza la división entre Medicina, Farmacia y Veterinaria.
La primera mujer que estudió Medicina en España fue María Helena Maseras Ribera (1853-1905) en 1872, con un permiso especial de Amadeo I, si bien nunca ejerció la profesión (
En cirugía ha predominado la labor de los hombres, si bien en la actualidad el número de mujeres va creciendo, como se ve en el incremente de cirujanas entre las profesionales jóvenes ya en 2019 (
Trinidad Arroyo Villanueva (1872-1959) fue pionera en oftalmología: defendió su tesis doctoral en esta disciplina en la Universidad de Valladolid en el año 1896 (
Siguiendo con las especialidades referidas a medicina, el caso de la dermatología tampoco es una excepción en cuanto a la presencia de mujeres: el número de mujeres dedicadas a ella se va incrementando considerablemente (
Aunque no pertenezca a la medicina, en psicología, Mercedes Rodrigo Bellido (1891-1982) está considerada la primera mujer española que obtuvo la titulación en Psicología, si bien no la obtuvo en España, sino en Ginebra. Por su parte, se incluye en el DLE en 1984.
Si se está tratando la incorporación de la mujer en el DLE en las profesiones cualificadas, también resulta adecuado destacar la incorporación del hombre en las mismas. Es el caso de matrón, el masculino de matrona, que se incorpora al Diccionario en 2014, a pesar de que la tradición de los hombres dedicados a la obstetricia es antigua (
A pesar de que dentista entra en 1832 con la marca de común en cuanto al género
Las primeras licenciadas en este campo fueron en1886 las hermanas Eloísa y María Dolores Figueroa Martí (
En cuanto a los estudios en Veterinaria, se puede citar entre las pioneras a María Cerrato Rodríguez (1897-1981), primera licenciada en España en 1925
Para resumir, los datos referidos a esta rama se reflejan en la siguiente tabla:
Profesión
Ed. Incorporación femenino
Oculista
1884
Ginecóloga
1936
Médica
1970 suplemento
Odontóloga
1970 suplemento
Farmacéutica
1970 suplemento
Veterinaria
1970 suplemento
Pediatra
1984
Cirujana
1984
Dermatóloga
1984
Psiquiatra
1984
Psicóloga
1984
Oftalmóloga
1984
La rama de ciencias de la salud tiene unas características especiales, que hacen necesario desagregar en los mismos grupos con los que se ha estudiado. En cuanto a Medicina, entra el desdoblamiento para médica en el Suplemento a la edición de 1970, cuando el 20% del alumnado de las facultades eran mujeres, por lo que se puede ver una simultaneidad cronológica. Lo que llama la atención es que especialidades como oculista o ginecóloga estuvieran registradas con anterioridad (1884 y 1936 respectivamente), al igual que anestesista, que había entrado en el DLE como común en 1956. También es de reseñar que dentista está como común en cuanto al género desde la edición de 1832, pero su sinónimo odontóloga se incluye en el Suplemento a la edición de 1970. En cuanto a las otras especialidades de la medicina, se incluye la mujer en 1984.
El desdoblamiento para farmacéutica también se incluye en el Suplemento a la edición de 1970, pero es el campo de mayor presencia femenina entre el alumnado, por lo que es un caso en la sociedad ha ido por delante del Diccionario.
También el desdoblamiento de veterinaria se incluye en Suplemento a la edición de 1970, pero los datos son contrarios: la presencia de las mujeres entre el alumnado en esta época es reducida: alrededor del 13%.
Este apartado incluye ámbitos muy diferentes como son la jurisprudencia, la economía y las ciencias de la comunicación. Pasamos ya a ver la evolución en cada uno de estos campos.
Otro de los ámbitos con gran tradición académica históricamente es el de la jurisprudencia. En este sentido, la primera mujer en España que cursó los estudios de Derecho fue Concepción Arenal (1820-1893), entre 1842 y 1845, aunque no obtuvo ningún título (
En cuanto a la judicatura, según Vázquez Osuna (
La figura de fiscal: Elvira Fernández Almoguera fue nombrada fiscal del Tribunal Popular de Granada en 1937, pero falleció en 1938 (
Si se trata de mujeres en las notarías, su llegada se produjo en los años 40 del S.XX, de la mano de Consuelo Mendizábal Álvarez, Margarita Baudín Sánchez y Carolina Bono Huerta (
Aunque ya no sea propio de la jurisprudencia, es de destacar criminalista. Posiblemente, una de las pioneras en criminología en España sea Margarita Landi (1918-2004), periodista y diplomada en Criminología, fue más conocida por su labor como periodista. Se incluye en el DLE en 1984 el uso como común en cuanto al género.
En el mundo de la economía y la empresa, la marca de común en cuanto al género para la voz economista entra en 1984
Los estudios en comunicación son de tradición universitaria reciente. Para ver sus inicios en España, nos tenemos que remontar al año 1926, cuando Ángel Herrera Oria crea la Escuela de Periodismo de El Debate, por cuyas aulas pasó un número considerable de mujeres (
En Publicidad, igual que en Periodismo, los estudios se regulan a principios de la década de los 70. Aunque no existen en la actualidad datos suficientes sobre las primeras mujeres que se dedicaron a la publicidad y el marketing en España, sí se pueden destacar nombres como el de Mónica Moro (1974-), directora general creativa de MacCann hasta 2020, con innumerables premios en publicidad. Por su parte, la marca de común para el sustantivo publicista se incluyó en el Diccionario en 2001.
En artes cinematográficas, Helena Cortesina (1903-1984) se convirtió en la primera mujer, junto a Elena Jordi, en rodar una película (
Para hacer un resumen, los datos se presentarán en la siguiente tabla:
Profesión
Ed. Incorporación femenino
Abogada
1925
Periodista
1956
Jueza
1970
Cineasta
1970
Criminalista
1984
Economista
1984
Fiscal
2001
Notaria
2001
Publicista
2001
La rama de ciencias sociales y jurídicas presenta peculiaridades muy diferentes, por lo que es necesario comentar por separado las áreas. En el caso de la jurisprudencia, abogada se incluye en 1925, tres años después de que se colegiara la primera mujer en España, por lo que se puede hablar de anticipación. La misma anticipación se produce en el caso de juez, -a, ya que en 1970 (cuando se incluye), todavía la presencia de mujeres, salvo los casos esporádicos de la Guerra Civil, no se había producido. Mucho más tardíos son los casos de notaria o fiscal, -a (2001), cuando ya se habían incorporado muchas más mujeres, sobre todo a la fiscalía.
El campo de la Economía ha tenido una menor presencia de mujeres: si en 1970 el alumnado femenino era el 17,1%, su incorporación en el DLE en 1984 va en correlación con su presencia en la sociedad.
En CC. de la Comunicación, la marca de común en periodista en 1956 puede adelantarse a su presencia en el mundo laboral, de la misma manera que publicista en 2001 puede llevar cierto retraso.
En comparación con todos los apartados anteriores, posiblemente es el área donde las mujeres han tardado más en incorporarse: se calcula que en el curso 1975-1976 el porcentaje de mujeres en Ingenierías y carreras técnicas era del 5%, dato que asciende ya a casi el 25% en el año 1999 (
En ingeniería, Pilar Careaga Besabe (1908-1993), está considerada la primera ingeniera al obtener en 1929 la titulación en Ingeniería Industrial (
Las ingenierías contaban con lo que se llamaba las carreras técnicas, cuyo título era el de perito, -a. En este caso, perito, -a tiene como significado en las ediciones de 2014 y 2001 ‘ingeniero técnico’; sin embargo, aunque la marca morfológica que incluye al femenino se introduce en 1984, su significado hasta 1992 era “Persona que en alguna materia tiene el título de tal, conferido por el Estado” Aún dentro de la Ingeniería, la voz informático, -a entra ya en 1992, con desdoblamiento de género.
En arquitectura, Matilde Ucelay (1912-2008), es la pionera en este campo al terminar la carrera en 1936, pero tuvieron que pasar muchos años hasta que el número de arquitectas fuera alto: se considera que es en la década de los 70 cuando la cifra se había consolidado y, en 2007, el número de mujeres en las aulas era superior al de los hombres (
En la carrera de Arquitectura también había una titulación técnica: aparejador, -a, cuya marca morfológica de femenino se incluye también en 1984.
En resumen, los datos en conjunto son los siguientes:
Profesión
Ed. Incorporación femenino
Ingeniera
1984
Perita
1984
Arquitecta
1984
Aparejadora
1984
Como se puede apreciar, a pesar de su tardanza en incorporarse al mercado laboral, todas las profesiones en este apartado se incluyen en el DLE en la edición de 1984
Hasta aquí se han analizado las profesiones, las pioneras, la incorporación progresiva de mujeres a ellas y su incorporación en el DLE. De todo esto, se pueden sacar las siguientes conclusiones:
Como se comprueba en la gráfica anterior, considerando los datos en su conjunto, la mayor parte de las incorporaciones se realizan en el DLE de 1984: de las 61 profesiones estudiadas, 30 lo hacen en esta edición más otras 7 en el Suplemento de la edición de 1970, por lo que la entrada real en 1984 son 37 profesiones, lo que constituye en 60,6% de los casos. Así pues, si la mujer se incorpora mayoritariamente a la universidad en la década de los años 70, será en los 80 cuando ocupe el mercado laboral. Por lo tanto, desde un punto de vista general, no se puede considerar que la Real Academia haya ido retrasada a la hora de incorporar el femenino en relación con la evolución de la sociedad española. Antes de la edición 1984, son 18 las profesiones en las que se incluye el femenino (29,5% del total), de las que, en general, se podría afirmar que la Academia se ha adelantado a la tendencia de la sociedad y, por último, 6 profesiones (9,9%) cuyo femenino se ha incorporado de la edición de 1992 en adelante.
Si se toman los datos por campos, los resultados son los siguientes:
Como se puede apreciar, en los campos referidos a docencia, ciencias sociales y jurídicas artes y humanidades se produce una mayor incorporación de profesiones antes de 1984; sin embargo, en aquellos campos de cualquier área de las ciencias, la incorporación predominante se produce en 1984, e incluso en ingeniería y arquitectura, todas las incorporaciones del femenino son en 1984.
Sin tener en cuenta los campos, las profesiones cuyo femenino se incluye con mayor adelanto en relación con la sociedad son las siguientes: en académica (1803), historiadora (1803), profesora (1832), doctora (1843), etimologista (1884), naturalista (1884), oculista (1884), bibliotecaria (1914), catedrática (1925), licenciada (1924), teóloga (1925), egiptóloga (1925), abogada (1925), ginecóloga (1936) y juez, -a (1970).
Por el contrario, aquellas profesiones donde se observa mayor retraso a la hora de su incorporación en el DLE con respecto a la sociedad son farmacéutica (Suplemento de1970), fiscal (2001), notaria (2001) y publicista (2001).
Por otro lado, llaman la atención los sinónimos o hiperónimos en los que se producen discordancias en cuanto a la incorporación de la mujer. Como ejemplos se pueden citar los siguientes: el desdoblamiento de género para lexicógrafa está desde la edición de 1984, pero ya había entrado como común en cuanto al género diccionarista en 1925; odontóloga, se incluye en el Suplemento de 1970, pero dentista entró en el DLE como común en 1832. En cuanto a los hiperónimos, el desdoblamiento de género para médica se produce también en el Suplemento de 1970, aunque el desdoblamiento de género para ginecóloga estaba ya en 1936. Estos son indicadores de que no había un criterio claro para incorporar el femenino en las profesiones, criterio que ya se ve en la edición de 1984.
Para terminar, a diferencia de cualquier otro tipo de vocabulario donde se busca una generalización para su entrada en el DLE, en el léxico relacionado con las profesiones no se da necesariamente esa generalización para la inclusión del femenino: hasta la edición de 1970 han ido incorporándose de manera aislada. A partir de la edición de 1984 (con muy pocas excepciones), se percibe que se toma la decisión institucional de incluir los dos sexos en todas las profesiones, y así se va revisando, tanto desde el punto de vista de los significados, como se ha podido ver en el caso de maestra, o con las marcas morfológicas y el desdoblamiento de género, en el caso de matrón.
En adelante será citado como DLE.
Las ediciones del DLE en orden inverso a su aparición han sido las siguientes: 2014, 2001, 1992, 1984, 1970, 1956, 1947, 1939, 1925, 1914, 1899, 1884, 1869, 1852, 1843, 1837, 1832, 1822, 1817, 1803, 1791, 1783, 1780 y el Diccionario de Autoridades de 1726 a 1739. Además de estas, entre otras, también encontramos los Suplementos, en los que se incluyen las innovaciones de la siguiente edición del DLE.
Por citar algunos ejemplos de estudios que han tenido en cuenta el Diccionario Académico en mayor o menor medida para denunciar este tipo de cuestiones, se encuentra el libro de
Sobre la incorporación de la mujer al mercado laboral en general y su representación en el DLE, vid.
En este sentido, en el DLE existen varias maneras de reflejar los sexos que desempeñan una profesión: puede aparecer simplemente con un desdoblamiento en el lema de entrada (abogado, da), por marcas morfológicas que así lo indiquen (m. y f.) y, excepcionalmente, por un doble lema, como con maestro, -a en ediciones anteriores a 1984. Esta es la forma de identificar la entrada de la mujer como profesional en el Diccionario; aun así, no hay que olvidar que tradicionalmente se empleaba el género femenino en una profesión para referirse a ‘la mujer de’, como se puede ver en la novena acepción de capitán, na: “9.f. coloq. Mujer del capitán” en 2014. Por consiguiente, aunque prevalezcan los lemas y las marcas morfológicas para determinar la incorporación de las mujeres en el mundo del pensamiento y la ciencia, también es necesario tener en cuenta las acepciones.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española [versión en línea]
Las referencias a cualquier edición del DLE se rhttps://www.rae.es/obras-academicas/diccionarios/nuevo-tesoro-lexicografico-0 .Las referencias a cualquier edición del DLE se realizan a partir de este.ealizan a partir de este.
Hay un número considerable de pioneras, cuyas vidas tienen gran interés; sin embargo, no es el objeto de este estudio detenerse en sus biografías. Además, somos conscientes de que hay más, cuyos nombres no constan en este trabajo, lo que no implica que la admiración sea menor por una simple necesidad de concisión.
Los datos sobre los primeros años están tomados de
Por su labor de promoción de la mujer, destacan dos instituciones en el primer tercio del siglo XX: la Institución Teresiana, fundada por San Pedro Poveda, y la Institución Libre de Enseñanza, de donde han salido grandes pioneras. Sobre la relación entre estas dos Instituciones, es muy interesante el trabajo de
Rodríguez, J.C. (2016). Las mujeres en la universidad española: algún dato curioso. El blog de Studia XXI en
Siguiendo también con los datos de
Si una materia se adscribe a dos ramas de conocimiento del BOE (por ejemplo, Historia), para el estudio solo se incluirá en una.
Sobre el caso de María de Guzmán o de los intentos de ser académicas por parte de otras mujeres como Emilia Pardo Bazán a principios del siglo XX, Cf.
Graduado, -a con significado: “Persona que ha obtenido un grado académico” es de la edición de 2014. Anterior a esta, y en educación, estaba relacionado con el graduado escolar de la enseñanza primaria.
Dolores Aleu y Martina Castells en 1882; Ángela Caraffa en 1892; Matilde Padrós en 1893 y Trinidad Arroyo en 1896 (
Llama la atención que la inclusión del desdoblamiento de género para doctora (1843) sea anterior en el tiempo a la de licenciada (1925).
Se cuenta de ella que poseía tales habilidades intelectuales que el entonces director de la Real Academia, el marqués de Santa Cruz, propuso que se incorporara como académica, y de hecho fue académica honoraria, pero no logró ser académica de número (
Sobre los porcentajes entre maestras y maestros a finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, vid.
La definición “La mujer que enseña” aparece en 1817, pero mantiene todavía la anterior.
El significado es “Persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo”
Este caso se centrará solo en personas que ejercen la docencia en la Universidad y dejamos la voz maestro, -a para las enseñanzas anteriores.
También destaca la figura de Beatriz Galindo, “La Latina” (c.1465-1535), estudiante en la Universidad de Salamanca, al igual que Teresa de Cartagena (
Los datos hasta 1930 están tomados de
Algunas fuentes citan a Emilia Pardo Bazán la primera catedrática española, ya que en 1916 el ministro de Instrucción Pública la nombra catedrática de Literatura Contemporánea de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central (
La evolución de las mujeres en otros cargos académicos (vicerrectora…) también se puede consultar en Instituto de la mujer (2012). Mujeres en cargos de representación del sistema educativo.
El dato sobre el porcentaje de rectoras durante 2020 está tomado de Ministerio de Ciencia e Innovación (2021). Científicas en cifras 2021. Resumen ejecutivo. file:///C:/Users/34659/Downloads/CientificasenCifras2021_ResumenEjecutivo.pdf
No se puede obviar tampoco su labor de promoción de la cultura entre mujeres en la Residencia de Señoritas, creada por ella misma en 1915, además de su labor como profesora universitaria (
El significado era en esta edición “Mujer que profesa la pedagogía o tiene en ella especiales conocimientos”. En el caso del masculino, el significado era “En las casas principales, el que instruye y educa niños, ayo. 2. Profesor oficial de niños. 3. Perito en pedagogía”.
Aunque se licenció primero en Filosofía y Letras en España, se licenció y doctoró en Teología por la Universidad Santo Tomás de Roma entre finales de los años 60 y primeros de los 70 del siglo XX.
A pesar de que en el Diccionario se incluye la alternancia de género desde la edición de 1884, se marca como sustantivo masculino la persona con conocimientos sobre teología, hasta la edición de 1925.
Sobre su biografía, Ortega Muñoz, Juan Fernando, «María Zambrano Alarcón», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en red,
Consiguieron sus licenciaturas en la década de los años 20, pero sus carreras profesionales se centraron en el campo de las bibliotecas.
Cuenca Toribio, José Manuel, «María Dolores Gómez Molleda», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en red
Para su biografía, Cf. Baquedano Beltrán, Isabel, «Encarnación Cabré Herreros», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en red
Otras pioneras dentro de este campo pueden consultarse en
En otra sus especialidades, la filología románica, la alusión explícita a los dos sexos para la voz romanista se incluye enl DLE de 2014. Hasta ese momento, aparecía como adjetivo, con las marcas U. (úsase) t. (también) c. (como) s. (sustantivo) y con significado: “Dicho de una persona: Versada en lenguas romances y sus correspondientes literaturas”.
María Goyri no fue la primera licenciada, pero sí la pionera que lo ejerció como profesión. Cf.Ontañón, Elvira, «María Goyri y Goyri», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico:
(en red
En relación con la filología, hay que destacar que ya se habían incluido antes de 1984 varios términos que hacen alusión a su desempeño, y están marcados como comunes en cuanto al género. Sirvan como ejemplos los siguientes: en 1884 se encuentran, arabista y orientalista; al igual que en 1899 latinista, o en 1914, hispanista y africanista; en 1925, provenzalista; en 1936, filipinista; en 1956, germanista… Aun así, es necesario precisar que el significado se ha cambiado; por ejemplo: el significado que aparece en 1884 de arabista (de manera similar al de los otros) es “Persona que cultiva la lengua y literatura árabes”, definición que cambia en 1992 a “Especialista en lengua y cultura árabes”.
Por su parte, la marca femenina referida a dialectólogo, -a se incorpora en el DLE en 1984.
Sin embargo, en 1936 se incluye fonetista como un sustantivo común en cuanto al género, con el significado “Tratadista de fonética”
Sin embargo, es de destacar que en 1925 se registra diccionarista, como un sustantivo común en cuanto al género, sinónimo de lexicógrafo.
Vid. n.32
La anterior es la de 1956, que marcaría la presencia a finales de los 40 o principios de los 50
Sobre el porcentaje de mujeres en las Facultades de Ciencias, desde el punto de vista histórico, pueden consultarse los datos de
Sobres su biografía, vid. Bernués Pardo, Julio y Miana Sanz, Pedro J., «María Andresa Casamayor de la Coma», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico:
(en red.
VV.AA: (2020). Igualdad de género en el ámbito de las Matemáticas. Libro Blanco de las Matemáticas:
La que sí estuvo en el Diccionario con la marca de común en cuanto al género desde 1884 es la voz algebrista, con significado: “Persona que estudia, profesa o sabe el álgebra”.
También fue pionera en formar parte del Servicio Estatal de Meteorología (1927). Cf. Palomares, Manuel (2015): “Las primeras mujeres en el Servicio Meteorológico español“, Tiempo y Clima, no. 47. En cuanto a la presencia del femenino de meteorólogo, -a, es en 1970 cuando se incluye el nombre de la profesión y, en el propio Suplemento de esta edición se anuncia la inclusión de la marca morfológica que incluye el femenino.
Cf. Ling, J.F (2013). Antonia Ferrín Moreiras. Revista Instituto de Astrofísica de Andalucía, 41
Destaca que la voz astronauta entra en el DEL en 1970 como común en cuanto al género.
No obstante, ya constaban en el Suplemento de la edición de 1970 la voz microbiólogo, -a con desdoblamiento de género. Por su parte, epidemiólogo, -a entra en 1970 con desdoblamiento de género, pero la marca morfológica se refiere solo al masculino, y será en 1984 cuando las marcas morfológicas se refieran al masculino y al femenino.
Es la primera catedrática en Geología en el año 1963 y tercera catedrática en España
Sin embargo, es de destacar que para la voz botánico, -a se incluye la marca morfológica de femenino en 1884, un siglo antes que en los otros campos. Aunque sea posterior en el tiempo, hidrólogo, -a se incluye en el Diccionario en 1970 con desdoblamiento de género y con significado: “Persona que profesa la hidrología o tiene especiales conocimientos en ella”.
Es necesario destacar que la voz micólogo, -a se encuentra ya en el DEL en 1936 con desdoblamiento de género y con significado: “Persona que se dedica al estudio de la micología o tiene en ella especiales conocimientos”. De la misma manera, edafólogo, -a se incluyó en el Diccionario en 1970 con desdoblamiento de género y con significado: “Persona que profesa la edafología o tiene especiales conocimientos en ella”
Cf. Ruiz del Castillo, Jacobo, «Clotilde Catalán de Ocón y de Gayola», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en red.
No obstante, en 1936 aparece ya conquiliólogo, -a con desdoblamiento de género y con significado: “Naturalista perito en conquiliología”
Un caso curioso es el de otólogo, -a, que aparece con desdoblamiento en 1984, pero en ese mismo año, en la edición Manual pasa a ser solo masculino y así se ha mantenido hasta la edición de 2014, donde vuelve a tener desdoblamiento.
Registrado el femenino antes que la propia voz médico,-a, se encuentra anestesista, que entra en el Diccionario de 1956 con las marcas morfológicas de masculino y femenino con significado: “Especialista encargado de aplicar la anestesia”. Este mismo significado tiene la voz anestesiólogo, que se incorpora al DLE en 1970 con las marcas morfológicas de masculino y femenino, pero el lema solo aparece en masculino, eso sí, se indica ya el cambio en el Suplemento de esta misma edición. Otra especialidad que entra en 1970 y que incluye a los dos sexos es la de endocrinólogo, -a.
En la primera edición del DLE (1780), la definición que aparece de comadrón es “El que hace oficio de comadre de parir. Es voz y oficio nuevamente introducido en España”.
Recordamos que por Real Orden de Alfonso XII de 1883, las mujeres podían ejercer el oficio de dentistas,
(
De este mismo artículo se han sacado los datos desde el punto de vista histórico.
Al entrar en el Carmelo, cambió su nombre por el de María del Sagrario de San Luis Gonzaga y fue beatificada en 1998. Desde el año 2000, está considerada la patrona de los farmacéuticos en Polonia. Vivancos Gómez, Miguel C. OSB, «Beata María del Sagrario de San Luis Gonzaga», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico,
(en red
Una edición antes, en la de 1970, ya se incluye farmacólogo,-a con desdoblamiento de género y con significado: “Persona que profesa la farmacología o que tiene especiales conocimientos en ella”.
Para más detalles sobre su biografía, vid. Teixidó Gómez, Francisco, «María Josefa de los Reyes Cerrato Rodríguez», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico,(en red
Antes solo constaba como un uso familiar con el significado de ‘mujer del abogado’ y un uso figurado con el significado de ‘intercesora o mediadora’.
Vázquez Osuna también cita otras mujeres que desempeñaron el cargo en la misma época de la Guerra Civil, pero en diferentes regiones, además del desarrollo del cargo.
La mayoría de fiscales son mujeres, pero los hombres copan las jefaturas en un 65%. Elderecho.com. Noticias jurídicas y de actualidad (11 de septiembre de 2017) en:
Sobre las restricciones legales para que el puesto de notario pudiera ser ocupado por una mujer, como otros del ámbito jurídico, vid.
En los años 70, se pasó de 4 mujeres que aprobaron la oposición para notarías en 1973, a 11 en 1979; en las oposiciones del año 1995, de las 59 plazas ofertadas, 24 fueron para mujeres y, en el año 2001, de las 105 plazas ofertadas, 42 fueron para mujeres.
Aunque no sea necesario un título universitario para dirigir de una empresa, es digno de mención que la Academia ya incluye en 1843 la voz empresario, -a con desdoblamiento de género.
Terceiro Lomba, Jaime, «Carmela Arias y Díaz de Rábago», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico
(en red
Marteles Marteles, Elvira, «Josefina Carabias Sánchez-Ocaña», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico
(en red
La voz entra en el Diccionario en 1947 como un sustantivo masculino sinónimo de ‘actor’. Es en 1970 cuando se incluye la marca de común en cuanto al género y se amplía el significado a cualquier otra faceta del cine.
Como anécdota, al ampliar sus estudios en ferrocarriles, también se convirtió en la primera mujer en España en conducir un tren Cf. Cava Mesa, María Jesús, «Pilar Careaga y Besabe», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en red