Formación holística y/o excelencia unilateral en la filosofía de la educación de Edith Stein

Resumen

Según Edith Stein, el desarrollo de la esencia propia está limitado por la fuerza vital de uno mismo, de tal modo que es imposible materializar todo el potencial de la personalidad propia. Para la educación, una de las consecuencias de este supuesto es que debemos elegir entre una formación holística o una formación especializada centrada en la excelencia en un área específica. Por un lado, Stein admite que “[t]he individual human being’s power is so limited that he or she has to pay for the highest accomplishments in one field by shortcomings or deficiencies in other fields” (Stein, 2002, 507 [424]). Por otro lado, intenta evitar una elección excluyente entre las dos opciones argumentando a favor de una dependencia mutua en la que la plenitud no solo es la condición para una especialización en profundidad, sino que, a la inversa, la especialización puede abrir la puerta a lo que ella denomina “verdadera humanidad”. Esta vía media se mantiene y desarrolla en su cosmovisión cristiana, en la que la vocación a la comunión con el Dios Trino es personal y, como tal, única, pero consiste en el despliegue de la capacidad propia de amar de un modo que implica todas las dimensiones de la humanidad propia.